RISTORANTE PIZZERIA GABELLA

Horroroso.!!! Fuimos a comer con la familia.Comida congelada, pizzas finísimas . Muy caro!!. Eso por no hablar del encargado un tal Emilio que se le veía tratar de manera muy déspota a los cocineros. No volvemos ni aunque nos lo regalen!!

descubrimo por casualidad este sitio pedimo mesa para 14 y genial mas que todo el personal

Comida mala y recalentada al microondas... Una hora esperando para el primer plato, otros 40 minutos entre plato y plato, postre del menú insistente sin opciones a otra solución de lo que supuestamente te ofrecen en carta. Mal servicio, trato indiferente ante las quejas. Son capaces de cargarse una comida familiar de 10 personas y lo que tendría que ser un buen día sea una mierda, eso si en el momento de cobrar son super rápidos y eficientes, te cobran postres no servidos y la bebida que supuestamente entran por menú también te la cobran. Si quieren llevarse una mala experiencia en familia este es su sitio. Pequeños detalles que marcan la diferencia: Estar esperando casi una hora al segundo plato ir al baño por aburrimiento y que la camarera esté allí jugando con el móvil, haciéndose fotos cuando a sido incapaz de pasarse por nuestra mesa a disculparse por la espera, a ver que tal vamos o hacer lo que es su trabajo como camarera cuando hay problemas en cocina. Pedirles cubiertos que olvidaron colocar en la mesa y que se lo tomen mal. Tener que compartir curruscos de pan porque si no le pedimos ni lo traen y cuando lo hacen a parte d no ser ni un cacho por persona recalcarnos que habían traído ya una cestita anteriormente con tres cachos cuando eramos una mesa de 10 personas. Pedir los mismos platos y ver uno y ver el otro y que sean completamente diferentes entre sí. No poder salir de tu mesa porque parecíamos sardinas en lata más personas y mesas que metros, aforo excedido. Ponerte a comer y si no te falta tenedor, te falta pan, te falta bebida o esta frío. Quejarte porque el unico postre que quedaba para traernos parecía que estaba ya empezado por alguien y poner de escusa "que no, que lo que pasa es que utilizaron un vaso sucio". En resumen, conseguimos salir de allí a las 6 de la tarde los que no tuvimos que marcharnos antes por las horas, con un mal sabor de boca, sintiendonos vacilados, estafados y hambrientos, eso sí, con 200€ menos.